Tareas no hechas- Luis Miguel Rivas.

 

 

“Aprender a vivir en el mundo es aprender a deteriorarse espiritualmente”. P.180

Tareas no hechas es un compendio de escritos cortos de Luis Miguel Rivas. El libro está dividido por ciudades, que representan una época en la cual Rivas vivió en algunas de estas (Medellín, Bogotá y Buenos Aires), donde escribió un sinnúmero de textos relacionados con la cultura que veía, los lugares que visitaba o los acontecimientos de los cuales era testigo.

El libro comienza con un escrito dedicado a la procrastinación o a esas tareas no hechas que dan nombre al libro; este escrito cuenta la historia de un Rivas agobiado por tener que escribir un guion para un video institucional y sus grandes esfuerzos por hacer todo lo posible para no escribirlo. Luego, en medio de su postergamiento, descubre que su condición tiene nombre, se llama procrastinación y está calificada como un hábito; hábito que identifica como particular de las personas productivas y exitosas que conoce.

Además de este escrito que comienza el libro, también hay otros 38 relatos de entre 1 y 5 páginas; cada uno con su peculiaridad, con su ambiente de ciudad, con una mezcla entre recuerdos y ficción, entre crónica y narración, entre humor y crítica. Por estas 229 páginas vemos transitar natillas y buñuelos, mierda de perro, una narración sobre cómo asesinó a su madre, crónicas de migrantes africanos en Buenos Aires, historias de pelos en platos, de empanadas argentinas y envigadeñas, marchas por la legalización de la marihuana y marchas sobre la dictadura argentina. Sobre todos estos temas, Rivas tiene algo que decir, una manera creativa de decirlo y a veces algo de humor, de sátira o de imaginación para sazonarlo.

En el estilo de Rivas predomina la crónica, el contar lo que se ve, el de escribir sobre algo que la gente que pasa por la calle no se detiene a ver, pero él sí y se detiene a contarlo, a imaginar la situación. A pensar en cómo dos personas disfrazadas de buñuelo y natilla en pleno diciembre sufren los estragos del calor; en la manera en que los habitantes de Buenos Aires caminan mirando hacia el piso para evitar pisar la mierda de perro que está en todas las veredas o aceras; la historia del turista en Buenos Aires que caminó al frente de Rivas con una bolsa pegada a su zapato y nunca se dio cuenta que la llevaba allí pegada en su suela.

Quien quiera iniciar a leer la obra de Luis Miguel Rivas puede comenzar con este libro, donde los textos son cortos, amenos y atractivos, traen ese estilo atrapador y urbano que hace que leer cualquier escrito del libro sea como sentarse a hablar con un amigo y escuchar una historia de algo que le pasó antes de llegar a nuestro encuentro. Este estilo luego se perfeccionó en los relatos un poco más extensos que hacen parte de “Nos vamos a ir como estamos pasando de bueno” y en su más reciente libro, una novela, “Era más grande el muerto”.

En conclusión, “Tareas no hechas” es un libro lleno de relatos agradables, de un estilo narrativo envidiable y de unas 229 páginas llenas de genialidad, donde el lector además de atrapado, queda con las dudas sobre si lo que acabó de leer es verdadero, se lo inventó Rivas, y si se lo inventó, cómo hizo para que pareciera tan real. Dentro de los 39 textos que componen el libro, algunos de los más recomendados son:Preeminencia del buñuelo, La tarde en que maté a mamá, Un diálogo en mayúsculas, La sonrisa de Patrick, Servicio al cliente, y los 3 últimos del libro, donde aparece Leonardo Tangarife Urquijo; un filósofo-alter ego de Rivas, que busca explicar algunos fenómenos de la sociedad como la diferencia entre izquierda y derecha y qué es la bobada.

 

 

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