Los amores de Nishino – Hiromi Kawakami

 

 

 

“– Entonces ¿andas con dos a un tiempo?

– Eso es lo que yo quiero, pero ellas, por lo general, no me lo permiten.

– ¿Qué haces entonces?

–Al final me acaban dejando. Las dos.” P.159

 

“Los amores de Nishino” es una novela sobre amor, un amor que va más allá de los cuerpos y el sexo. Nishino es un hombre que acostumbra salir con muchas mujeres a la vez, hablar con ellas en las noches, tener sexo con ellas, dormir en sus casas y hacerlas sentir especiales, así ellas sepan que no son las únicas en la vida de Nishino.

El libro está compuesto por algunas mujeres que tuvieron alguna relación con Nishino a lo largo de su vida. Hay testimonios que comienzan desde la secundaria, donde narran cómo era Nishino en el colegio y su estilo casanova para conquistar a las mujeres. Luego, se van contando nuevas historias, en las que el principal protagonista es ese hombre capaz de salir con muchas mujeres a la vez, pero que tiene el talento de hacer sentir especial a cada una con la que está saliendo en el momento.

La vida de Nishino trascurre así entre mujeres que lo quieren por un tiempo, luego se aburren de él y terminan por dejarlo. Es ahí, cuando Nishino comienza a dedicar su tiempo a nuevas mujeres, a seguir construyendo su harén, a seguir buscando esa mujer especial que se quiera casar con él, que le enseñe lo que es el amor y que le dé esa seguridad que ha estado buscando desde que era niño.

La particularidad de las relaciones de Nishino es que sus relaciones están basadas en la honestidad. Él es completamente honesto sobre la existencia de otras mujeres, sobre su comportamiento con ellas y sobre sus intenciones: a algunas les dice que quiere casarse con ellas, a otras que quiere suicidarse con ellas, a otras les dice que quiere hacerles el amor en ese mismo instante. Esta honestidad es valorada por las mujeres, sin embargo, la transparencia de Nishino, contrasta con el comportamiento de las mujeres; pues, aunque estas no sean mentirosas, sí sienten que la actitud de Nishino no puede ser real, por lo que al momento en que llegan a sentirse verdaderamente atraídas por él, comienzan a alejarse o a pensar que Nishino no quiere nada serio.

Los testimonios sobre las mujeres que estuvieron con Nishino van pasando y vamos conociendo cómo Nishino seguía buscando relaciones a pesar de que seguía envejeciendo. La última relación que se cuenta es con una joven de entre 18 y 20 años, mientras él tenía cerca de 50. Pero es el último testimonio del libro el que hace que la búsqueda de Nishino y las diferentes relaciones en las que estuvo, tengan una razón: Nishino, desde la muerte de su hermana, comenzó a dudar sobre si lo que sentía por ella era realmente amor; por lo que decidió buscar a otras mujeres parecidas a su hermana o que le recordaran los sentimientos que experimentó en su adolescencia al acompañar a su hermana tras la pérdida de su hija recién nacida. Con esta revelación, las relaciones y el actuar de Nishino son ahora entendidos de otra forma: no es que él fuera un mujeriego, era que nunca había conocido verdaderamente lo que era el amor y lo buscaba en aquellas que le recordaban lo que sintió cuando estaba con su hermana. Sin embargo, al no saber verdaderamente qué era el amor y la diferencia entre el amor de familia y el amor que se siente por una pareja; Nishino no pudo construir una relación fuerte, pues lo que creía que era el amor, no era lo que podía experimentar con una pareja.

En conclusión, “Los amores de Nishino” no es lo que parece. Aunque a medida que pasan las páginas vemos cómo se va configurando un relato de un “Johny Bravo” que sí tiene éxito con las mujeres. Al llegar al capítulo final, sentimos un golpe que derriba todas esas historias que se fueron construyendo en nuestra mente sobre Nishino. La búsqueda de su hermana en otras personas, hasta llegar inclusive a pensar que estaba teniendo sexo con su hermana; son revelaciones que hacen que esas historias de amor, en las que se alcanzaba a sentir un poco de empatía por el pobre hombre que no lograba encontrar a la mujer con la cual envejecer y ser feliz, se conviertan ahora en un comportamiento obsesivo de una persona que no pudo superar la muerte de un ser querido y ahora lo busque en todas las mujeres.

Dicho cambio en la narración y los hechos, convierten a este libro en dos narraciones. Lo que se lee hasta el último capítulo y lo que se comprende, luego de leer el último capítulo. Esta situación también es un gran reflejo de la capacidad de Kawakami para plantear mundos y llevar al lector a una situación de confort, para luego sacarlo de ese mundo que le había entregado. Es un buen libro, en el cual se puede sentir la habilidad de la escritora y la manera en que todo cambia cuando se conocen datos que explican la actuación del protagonista; su lectura está más que justifica por la reacción que se despierta en las últimas páginas del libro.

La monarquía del miedo – Martha Nussbaum

 

“El miedo siempre está ahí, hirviendo a fuego lento bajo la superficie de la preocupación moral por los otros, y amenaza con desestabilizar la democracia, ya que la democracia requiere de todos nosotros que limitemos el narcisismo y adoptemos la reciprocidad”. P.86-87

 

En “La monarquía del miedo”, la filósofa estadounidense, Martha Nussbaum, se dedica a estudiar a fondo el papel del miedo (y otras emociones relacionadas) con la política y la construcción de sociedad. El libro está dividido en 7 capítulos, cada uno dedicado a una emoción en especial y a desarrollar las implicaciones que esta trae en las relaciones sociales a la luz de la filosofía.

El primer capítulo es una introducción, donde Nussbaum plantea el tema de la importancia que ha venido tomando el miedo en los últimos años a la hora de hacer política y de relacionarnos con los demás. Igualmente, expone una breve estructura de lo que serán los siguientes capítulos y los temas que desarrollará.

El segundo capítulo, habla sobre el miedo, sus orígenes, da una definición y comienza a desarrollar el concepto del miedo como impulso vital que se presenta desde la infancia y que tiene como fin garantizar la supervivencia del individuo. En este capítulo se destaca la función individual del miedo, como una emoción que hace que la persona busque su seguridad y salvación primero, antes que desarrollar un pensamiento colectivo; de allí que el aludir a esta emoción genere egoísmo en el colectivo social y se despierten sentimientos de rabia y discriminación hacia otras personas que no son iguales a nosotros.

En el tercer capítulo, se aborda la ira, un “ardiente deseo de desquite”. La ira nace de una reacción provocada a un daño recibido, en el que se considera que este daño ha sido indebidamente infligido. La ira busca retribuir ese daño recibido o llegar a un punto de suma cero, en donde lo recibido pueda ser compensado con un daño posterior. Esta naturaleza vengativa de la ira hace que la sociedad piense más en devolver el daño causado, a construir algo nuevo a partir de ese daño, para esto, Nussbaum, pone de ejemplo el discurso y la obra de Martin Luther King Jr. Quien, a pesar de sentir que la sociedad blanca debía muchas cosas a la comunidad negra, quiso solucionar estas diferencias por vías pacíficas y no a través de la venganza. Elemento que toma Nussbaum como ejemplo, en el que la ira bien canalizada, puede llevar a construir mejores condiciones de vida, en donde lo que posibilitó que se diera la afronta inicial, pueda ser resuelto para que no se presenten más situaciones de este tipo en el futuro. Dicho comportamiento es definido por ella como “Ira- transición”, que indica que se siente una ira inicial, pero se busca cambiar la situación para mejorarla.

El cuarto capítulo está dedicado al asco motivado por el miedo. El capítulo inicia con la definición del asco y cómo se experimenta desde la infancia como la sensación que se tiene cuando un objeto es contaminante o perjudicial si se ingiere o se toca. Con el tiempo, ese asco que se siente hacia objetos, se fue asociando a grupos de personas, generando una nueva forma de asco relacionado con el miedo: el miedo a una raza, a las preferencias sexuales de los demás, a otras religiones. Este asco se fue convirtiendo en un imaginario de un grupo de personas hacia otra, para así justificar la “superioridad” de unos sobre otros, o la facilitar el trato degradante al deshumanizar a los otros por comportamientos o costumbres que eran consideradas “asquerosas”.

En el quinto capítulo, “El imperio de la envidia”, Nussbaum aborda este sentimiento y sus implicaciones. De acuerdo a John Rawls, para que exista la envidia debe haber: un ambiente donde las personas carezca de confianza en su propio valor; una sociedad en la que las condiciones de vida sean muy dispares; y un sentimiento de hostilidad a través del cual se cree se puede buscar la condición en la que se encuentra la persona. Para tratar mejor este tema, Nussbaum, utiliza diferentes ejemplos: las escuelas secundarias, la relación entre los Padres fundadores de Estados Unidos, Hamilton y Burr. Finalmente, la autora busca presentar algunas estrategias para evitar la aparición de la envidia o ayudar a enfocarla a una manera constructiva. Sin embargo, sabe que el eliminar por completo la envidia en las relaciones humanas es imposible.

En el sexto capítulo, se aborda un fenómeno que ha existido durante mucho tiempo: el sexismo y la misoginia. Las declaraciones de Donald Trump en diferentes momentos de su candidatura presidencial son tomadas de ejemplo para muchas situaciones donde se evidencia misoginia y sexismo. El sexismo es un conjunto de creencias, respaldadas por la religión o las costumbres, con las que se dice que las mujeres no deben hacer las mismas acciones que los hombres. La misoginia por su lado, es “un mecanismo de imposición de normas y comportamientos dirigidos a mantener a las mujeres a raya y en su sitio”. A lo largo de este capítulo se ejemplifican diferentes situaciones en als que se presentan estos comportamientos y cómo, a través de la historia, las mujeres han ganado más espacios en donde pueden estar en igualdad de oportunidades con los hombres.

Finalmente, en el séptimo capítulo, se presentan los elementos que pueden ayudar a contrariar el miedo y sus emociones relacionadas, en la sociedad. El arte, las discusiones entre personas que piensan diferente, la religión y los movimientos de protesta; pueden proporcionar espacios en donde las personas estén en mayor contacto con las emociones suyas y las de los demás, buscando evitar el miedo para cambiarlo por la esperanza de una sociedad más equitativa y un mundo en donde podamos disfrutar en igualdad de condiciones.

En general, “La monarquía del miedo” es un libro en el que se abordan las emociones negativas que generan discriminación y conflicto al interior de la sociedad. El hecho de darle una mirada desde la filosofía, la psicología y otras ramas del conocimiento, a estos comportamientos tan cotidianos y que nos afectan en nuestras relaciones diarias, es una buena manera de saber que todos en algún momento podemos actuar motivados por el miedo, el asco o la envidia. Está en cada uno de nosotros el pensar en una sociedad diferente, donde la esperanza sea el elemento principal para la construcción de un futuro mejor.

La balada de los bandoleros baladíes – Daniel Ferreira

 

“No conservamos una forma completa de los otros, con el tiempo. Conservamos fragmentos que valdrán por el todo. Cada vez menos. Cada vez los más metafóricos. Cada vez los pocos y exactos que habrán de recordarnos que felices no fuimos, pero que en verdad lo intentamos.” P.33-34

 

“La balada de los bandoleros baladíes”, es la primera entrega de la “Pentalogía de Colombia”. Curiosamente, este libro ha sido el más reciente publicado por Alfaguara, luego de haber publicado “Viaje al interior de una gota de sangre”, “Rebelión de los oficios inútiles” y “El año del sol negro”. La temática de la pentalogía va de lo más reciente, a lo más antiguo; por eso, “La balada de los bandoleros baladíes” se concentra en la violencia que se produce en los bloques paramilitares, en la guerra en Irak, en los barrios populares y al interior de los hogares.

El libro cuenta la historia de cuatro personajes: Escipión o “Putamarre”, un joven que huye de su casa para volverse millonario, sin importar el oficio que deba ejercer: se convierte en raspachín de hoja de coca, en paramilitar y en ladrón. Por otro lado está Malaver o “Malaverga”, otro joven que queriendo ayudar a su madre enferma de cáncer, decide robar para aportarle dinero; convirtiéndose, junto con “Putamarre” en un ladrón experimentado. Por otro lado está la historia de “El enfermo” un joven mellizo, que mientras va creciendo, ve como su hermana es el centro de atención y la referencia de la perfección, a la vez que él, cojo y enfermo, se convierte en todo lo peor de su familia. Por último, está la historia de una madre de un hijo “minotauro” quien, con el tiempo se quedó sola y a cargo de su hijo, al que mantenía encerrado en una jaula y lo cuidaba como si fuera un perro.

A partir de estos cuatro personajes, se desarrollan las diferentes historias de “La balada de los bandoleros baladíes”. El lector va conociendo cómo Escipión empieza a hacer fortuna, cómo la pierde, cómo vuelve a conseguir algo y cómo finalmente, se enlista como apoyo a las tropas estadounidenses para combatir en la guerra de Irak. Sobre Malaver, conocemos su esporádica familia, la tragedia detrás de la muerte de su esposa y su hijo, el papel que juegan los naipes que se encuentra en la calle en su suerte y cómo estos determinan lo bueno y lo malo que pasa en su vida. De “El enfermo” conocemos más acerca de esas situaciones cotidianas que fueron convirtiendo su vida en una olla a presión que, cuando finalmente explotó, se llevó a todos aquellos que hicieron su vida un suplicio, inclusive aquellos que menos lo merecían. Finalmente, la historia de la madre y su hijo minotauro, nos lleva a conocer de cerca la vida de una mujer abandonada, quien en medio de su soledad, es la única encargada de cuidar a un hijo que no la comprende y tampoco se sabe comunicar con ella; la madre, en medio del paso del tiempo y de preocuparse por su propia vida, encuentra algún momento en su rutina para darle el poco amor que le puede brindar a ese hijo.

A lo largo del libro, las historias se cruzan, conocemos cómo la vida de Escipión y Malaver está ligada, y cómo se volvieron socios para realizar robos. También conocemos sobre la vez que fueron a la casa de una mujer que los había contratado para cavar un hueco en el patio y la visita que le hicieron al otro día para encontrar su tesoro enterrado.

Todas estas vivencias, tan reales, posibles y cercanas; van labrando el destino de cada uno de los personajes. Cada acción, cada humillación, cada robo, cada delito cometido; se van convirtiendo en una rama más de la hoguera de la violencia; esa violencia que estamos acostumbrados a ver de lejos y a enterarnos de ella por televisión. Pero a veces esa violencia nos toca ejercerla a nosotros: asesinando por dinero, haciendo matanzas de “limpieza social”, cobrando venganza de esa familia que nos humilló durante años, o dándole un final digno a la vida de un hijo que siempre dependió de otros para que lo cuidaran.

“La balada de los bandoleros baladíes” es un libro sobre actualidad, sobre esos hechos violentos que nos persiguen, conocemos de cerca, o le han pasado a alguien cercano. Los cuatro personajes representan diferentes clases sociales y condiciones que pueden desembocar en una vida violenta. La pobreza, el abandono, la humillación, la dependencia emocional; todos juegan un rol importante en el desenlace de todas las historias.

En resumen, es un libro fácil de leer, con historias atractivas y aplicables a otros contextos fuera de Colombia. Fue el primer libro de Daniel Ferreira, que curiosamente fue reconocido primero en otros países que en su país natal. Es, también, un buen libro para iniciar correctamente la “Pentalogía de Colombia” y conocer más sobre la obra de este autor colombiano que ha dado de qué hablar en los últimos años.

 

Aquí no ha habido muertos – Maria McFarland Sánchez-Moreno

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“La historia del éxito del país está construida sobre las arenas movedizas de las mentiras y las verdades a medias. Llegar al fondo de todo esto requiere que los colombianos comiencen a tejer un nuevo entendimiento de sí mismos, de su sociedad y de sus líderes”. P.21

El libro “Aquí no ha habido muertos”, escrito por la directora de Drug Policy Alliance, Maria McFarland Sánchez-Moreno, se adentra en los hechos sucedidos en Colombia entre la década de los 90 y los primeros años de la década de 2010, especialmente los que tienen que ver con el fenómeno del paramilitarismo y los comportamientos de agencias estatales y gobiernos locales en el favorecimiento de estos grupos.

El libro está compuesto de cuatro partes, que van avanzando en el tiempo y contando las diferentes historias que hay alrededor de los tres personajes principales del libro: El abogado y defensor de derechos humanos Jesús María Valle; el abogado, exdirector de fiscalías de Antioquia, ex magistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia, Iván Velásquez; y el periodista de la Revista Semana, Ricardo Calderón. Con estos tres personajes como hilo conductor, McFarland va presentando el panorama de un país que se encontraba en el medio de una disputa entre guerrillas y paramilitares, que iba generando muertes en todos los sectores sociales, a la vez que utilizaba al narcotráfico como principal fuente de financiamiento para los diversos bandos.

El primer personaje que se presenta es Jesús María Valle, un abogado de Ituango, Antioquia, que dedicó su vida a defender a la población más vulnerable y a su tierra natal, donde era concejal. En la primera parte del libro, “Muerte”, Valle es protagonista por ser la voz que alertó sobre las alianzas de paramilitares y militares en Ituango, especialmente en la masacre de El Aro. Valle siempre estuvo alertando sobre el hecho desde días antes, cuando las personas vecinas informaban que veían pasar grupos paramilitares por sus veredas; luego alertó el día de la masacre, que fue un domingo de elecciones nacionales, a lo que le contestaron que la fuerza pública no estaba en capacidad de atender la denuncia, pues se encontraba brindando apoyo para la realización de las elecciones. Finalmente, se acordó una reunión días posteriores a la masacre, para atender las denuncias de Valle. En esta reunión Valle denunció la complicidad entre los grupos paramilitares y el ejército; denuncias que lo llevaron a ser denunciado por injuria y a ser tenido como un “hombre peligroso” por parte de algunos. Hechos que llevaron a su asesinato en 1998 por parte de sicarios de la banda “La Terraza” de Medellín.

El segundo personaje, Iván Velásquez, es el encargado de ejemplificar al funcionario público que está dispuesto a dar su vida por la justicia. Desde sus inicios en la época de Pablo Escobar, que sirvió como garante en negociaciones con el capo, llegando incluso a ser acusado de dirigir un complot en contra de Escobar para extraditarlo, hasta su paso por la Corte Suprema de Justicia, en donde se encargó de llevar las investigaciones que terminaron condenando a un gran número de congresistas por “Parapolítica”. La vida de Velásquez no ha sido fácil, siempre ha estado en riesgo de ser asesinado por las personas que se incomodan con sus investigaciones. Ha sido víctima de complots, estrategias que buscan enlodar su trabajo como la de “Tazmania”; ha sido objetivo de espionaje de organismos estatales (Las chuzadas del DAS); vio de cerca cómo los paramilitares asesinaban uno por uno a su equipo de investigación encargado de indagar sobre el paramilitarismo en Antioquia. Y su familia ha padecido las intimidaciones, señalamientos y amenazas que ha recibido su padre.

Finalmente, el último gran personaje del libro, Ricardo Calderón, es el encargado de presentar el papel del periodismo como “perro guardián de la democracia”. Las investigaciones de Calderón a lo largo de su carrera ayudaron a destapar escándalos que estremecieron la opinión pública del país, al igual que le hicieron ganar enemigos poderosos que lo intimidaban e intentaban atentar contra su vida. Escándalos como las chuzadas del DAS, “Tolemaida Resort”, el caso de alias “Job”, entre otros, fueron investigados, cotejados y publicados por Calderón en la Revista Semana; convirtiéndolo en uno de los periodistas más influyentes y en una de las voces que estuvo dispuesta a denunciar los hechos ocultos que escondían las grandes esferas del poder.

A lo largo de estas 4 partes, el libro denuncia muchas irregularidades que han existido en la historia del país: las masacres paramilitares de los finales de los 90, el comportamiento al interior de las AUC al momento de su desmovilización, la historia detrás de caso “Tasmania”, las investigaciones por parapolítica, las interceptaciones ilegales del DAS a personas de la oposición, los testimonios dados por los exjefes paramilitares extraditados a Estados Unidos y muchas cosas más que ponen la luz en aquellos elementos oscuros que desconocemos de los últimos años de nuestro país.

Es también un gran homenaje a estas tres personas que han dado todo por hacer bien su trabajo y ayudar a construir un mejor país. El hecho de haber escogido un activista y defensor de derechos humanos; un abogado dedicado a investigar de manera imparcial los casos de corrupción en el país; y un periodista, que fuera de estar en contacto con fuentes de todos los bandos, se atrevió a ir más allá de las noticias fáciles y puso el dedo en la llaga de los temas que verdaderamente eran noticia; son la muestra de que en el país hay personas que todavía están dispuestas a entregar su vida por el bienestar de los demás. McFarland con su texto nos demuestra que las investigaciones serias pueden ayudar a conocer más a fondo la historia del país, que son precisamente los contrapesos constitucionales y legales, los que están encargados de hacer un control al poder y quienes están en la obligación de luchar por la verdadera justicia para la sociedad.

“Aquí no ha habido muertos” es un gran libro periodístico, con gran valor histórico; en el que el lector conocerá más a fondo sobre hechos y noticias que en algún momento conocimos como sociedad, pero no analizamos profundamente su significado, o no comprendimos en su momentos las implicaciones de estas. Es un libro recomendado para conocer un lado de la historia y valorar los esfuerzos de aquellas personas que prefieren morir, a sacrificar sus principios.

Sobre el poder – Byung-Chul Han

 

“El poder es la capacidad de recobrarse a sí mismo en el otro.” P.85

 

En “Sobre el poder” el filósofo surcoreano, Byung-Chul Han, se dedica a abordar el significado del concepto desde diversas miradas: La lógica del poder, la semántica del poder, la metafísica del poder, la política del poder y la ética del poder. Todas estas miradas se configuran en capítulos de 33 páginas, en las que, basado en autores como Luhmann, Foucault, Heidegger, Nietzsche, Arendt, Habermas y otros más, logra crear un marco desde el cual explicar y entender la naturaleza del poder.

En la lógica del poder, basado principalmente en la teoría de Nicholas Luhmann, Han, defiende que el poder es una relación que se da en condiciones de libertad e igualdad entre las personas. El poder es el “sí” que alguien da cuando otra persona le propone realizar algo; teniendo en cuenta que su negativa, supondrá una lucha con su contraparte que terminaría con una agresión o su propia muerte. Por el contrario, cuando no existe un espacio para la elección, no existe poder, existe la dominación; la dominación elimina la posibilidad de obedecer o no a un mandato, lo que igualmente afecta la libertad de las personas para decidir; hecho que pasa a convertirse en sufrimiento y no en obediencia.

Igualmente, Han, critica la teoría del poder de Luhmann, pues dice que este generalmente describe las relaciones de poder como una situación de igualdad en donde el dominado y el dominador tienen igual posibilidad de perder cuando no se genera la relación de poder. Sin embargo, en ocasiones el dominador puede ser indiferente al deseo del dominado, lo que sí le garantiza un poder sobre este, pues el dominado tiene más que perder.

Finalmente, termina el capítulo resaltando la importancia de la libertad en las relaciones de poder, pues estas deben darse entre dos partes y ambas partes deben consensuar la obediencia: “No surge ningún poder entre hombres que arremeten a ciegas unos contra otros. Solo hay diferencias de fuerza física. El verdadero poder surge únicamente cuando uno se somete al adversario, ya sea por miedo a la posible muerte o anticipando su superioridad física.”

El segundo capítulo, “Semántica del poder”, está orientado a lo que el acto de mandar o el poder mismo significan. El poder conlleva diferentes nociones que obligan al otro a obedecer, principalmente las vulneraciones al dominado. De allí que la obediencia busque evitar al máximo estas vulneraciones, cumpliendo la voluntad de quien manda. El poder da la capacidad a quien lo ejerce de generar un lenguaje alrededor de aquello que domina, puede generar discursos, enemigos, términos y demás recursos necesarios para expresar esa “continuidad del sí en los demás”

En este capítulo se exponen tres tecnologías del poder, descritas por Foucault en “Vigilar y castigar” la primera es El poder soberano, este es el poder ejercido de arriba hacia abajo, en donde la venganza y el combate son sus marcos de referencia, busca principalmente la sangre y ve al enemigo como un objeto a destruir. La segunda tecnología del poder es El poder de la legislación civil, este poder reside precisamente en las leyes y busca, más que la violencia de venganza, generar una certeza en la sociedad de que los comportamientos pueden ser castigados bajo un esquema racional de penas. Este poder va acompañado de las nociones morales de la sociedad y tiene su fuerza en esas mismas costumbres y comportamientos socialmente aceptados para generar su poder de castigo. El último poder es El poder disciplinario. Este poder busca formar a los hombres en hombres máquina, este poder se da principalmente en instituciones, en donde la obediencia y el sometimiento a los superiores, es la base del funcionamiento de estas. En las dinámicas sociales de sitios como hospitales, cuartes y cárceles, el poder genera “automatismos de las costumbres”, lo que luego se convierten en reglas tácitas de comportamiento.

Por último, en este capítulo se habla de la teoría de Heidegger de “El uno impersonal” en la que el comportamiento individual se va moldeando conforme a las conductas externas e internas que van generando el comportamiento deseado para todos y no para el individuo. El uno impersonal se convierte en un ser neutro, donde la costumbre dicta el comportamiento tanto en público como en privado, convirtiéndose en un sistema de poder que no se ve, ni se sufre, pero que domina las relaciones de las personas de una manera omnipresente y a la vez imperceptible.

En el tercer capítulo, “Metafísica del poder”, Han, describe al poder como la voluntad de “ir más allá de sí” o “la capacidad de recobrarse a sí mismo en el otro”. La metafísica del poder busca entonces la permanencia y la expansión del deseo individual en el resto de la sociedad. Por ello, más que entender la posición del otro o sus pretensiones, el poder lo que busca es hacer que el otro se comporte como uno quiere, garantizando que nuestros pensamientos y concepciones se vean reflejados en las acciones del otro. De allí que se defienda la concepción de Hegel sobre la libertad y el pensamiento en donde: “El hombre no es libre cuando no piensa, pues entonces se está comportando en función de otro.” (P.91). En este capítulo se hace hincapié en la libertad como fundamento del poder, pues el aceptar el poder de otro sobre uno, debe partir de un ejercicio de libertad y pensamiento en donde la persona decida seguir a los demás o comportarse de acuerdo a las normas sociales, habiendo reflexionado e interiorizado estas. Finalmente, Han, citando a Peter Handke y su concepto de “Fatiga profunda” en la que “la voluntad individual retrocede dejando paso al mundo” (P.110) introduce las relaciones sociales como una identificación de lo exterior con el yo interno, el buscar a los demás como un reflejo del mundo interior, adaptarse al comportamiento social y a la vez ejercer la libertad son resumidos en la “amabilidad” que se profesa en las relaciones diarias y en la manera de entender la metafísica del poder.

El cuarto capítulo, “La política del poder”, busca ver a la política esa fuerza que distancia a quien ejerce el poder de aquellos que son mandados por él. Para ello, Han, cita a Carl Schmitt, especialmente su concepto de soberanía, en el cual dice que las personas que están encargadas de tomar decisiones, las toman basados en presupuestos e información que le son brindadas por sus asesores cercanos; de esta manera, las decisiones que se toman en el poder, parten de subjetividades, bien sea de los asesores que rodean al gobernante, o del gobernante mismo, basado en la información recibida. En cuanto al poder político, Han, retoma la idea del Leviatán de Hobbes, en el cual se crea un elemento superior a los hombres, a través de un acuerdo general para generar el poder que los pueda conducir a tener una mejor sociedad. “El poder no lo posee nadie en realidad, surge entre los hombres cuando actúan juntos y desaparece cuando se dispersan otra vez.” (P.132)

Finalmente, el quinto capítulo, “La ética del poder” se centra en el espacio como fundamento para el desarrollo del ejercicio del poder y en el papel que juega el poder que se ejerce sobre sí para luego dominar a los demás. De allí que se busque primero contar con un buen dominio de sí mismo para luego “imponer esa concepción del sí mismo al otro”. Para esto, Han, emplea conceptos de Nietzsche, de Foucault y Heidegger, en los que destaca la apertura a las circunstancias que nos rodean y la capacidad de adaptarse a los cambios del entorno. Finalmente, el capítulo y el libro concluyen con la idea de que ejercer el poder de una manera desinteresada y con ética se basa en la capacidad de “vaciarse a sí mismo para convertirse en nadie”.

En conclusión, “Sobre el poder” es un texto un poco denso, lleno de conceptos, citas y pensamientos que busca ahondar en lo que significa el poder y las formas en que se puede evaluar. Como todos los libros de Byung-Chul Han que he reseñado en el blog, no sobra decir que su lectura no es fácil y que a veces la falta de ejemplos más cercanos y menos teóricos, hacen que la lectura exija mucho del lector, al estar atento a los conceptos, las citas y el mensaje central de cada párrafo, cada página y cada capítulo.